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¡Pierde la cabeza!

Meet Joe Black. Un gran referente dentro de las pelis romanticonas de finales de los 90´. Digo referente por ser la típica peli de chica ya tiene chico, chica conoce al chico de su vida, el chico desaparece y los dos vuelven a encontrarse. ¡Ojo!, con un ligero cambio de planes, ¡el chico del que se enamoró no es el mismo aunque aparentemente lo sea!.

¿Quizás a más de uno le haya ocurrido algo parecido? - ¡ATENCIÓN! - Me permito aquí, porque es mi blog, hacer un poco de spoiler.- en el film de Martin Brest, el gentleman ha vuelto con algo distinto a un nuevo look, o un cambio de personalidad radical, que claro para nada hacía falta; nuestro hombre Joe Black (Brad Pitt) es algo así como la parca personificada, además viene a buscar al padre de la chica, y para no quedarse corto se permite el lujo de enamorarse. ¿Pero puede la muerte encontrar el amor en la vida?

Son las tres hojas de un trébol un tanto peculiar que a todos nos toca tomar. Amor, vida y muerte. Nacemos, vivimos y nos morimos. Y entre medias, de vez en cuando amamos. Para muchos el amor tiene fecha de caducidad, para mi el amor es la tercera hoja de ese trébol que unifica la vida y la muerte. ¿Demasiado profundo? Meet Joe Black es una peli profunda no apta para personas superficiales.

No me voy a entretener en dar más pistas de la trama del largometraje, sólo decir que hay que verla para poderla degustar. A lo que sí quiero hacer mención es esta gran escena donde William Parrish (Anthony Hopkins) hace un magistral speech acerca del fuego motor que enciende el amor, la pasión. "No hay una gota de emoción, ni el más mínimo entusiasmo, demostráis la misma pasión que dos pingüinos. ¿Dónde está tu arrebato?".

Muchas veces tendemos a engancharnos a una relación por pura conveniencia, los motivos pueden ser de todos los tipos y colores, ya sea el no querer estar sólo, ser presa de una "falsa" pasión, aparentar ser alguien que te gustaría ser, deseos de formar una familia, etc..etc..etc..

Por favor, ¡si estás pensando en casarte con el chico o la chica a la que dices amar, pero alguno de los dos sois víctimas de alguno de estos síntomas, sugiero que no deis el gran paso a no ser que salten chispas cada vez que os veis, como aquella primera vez que el cosquilleo fruto de un nerviosismo incontrolable te tenía preso de una tensión sexual no resuelta que te hacía sentir por las nubes. De lo contrario es muy probable que venga algo muy feo llamado "cuernos". ¡Doy gracias a Dios de que mis padres sigan juntos después de 29 años, porque quisieron dar el paso tras perder la cabeza! "No te cierres. Nunca se sabe. El cielo podría abrirse" William Parrish.

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